Eterna Juventud
Un científico ruso ha publicado los ingredientes de la receta que evita las enfermedades relacionadas con la edad
Muchos han sido los esfuerzos que han tratado de conseguir el título de «píldora mágica de la inmortalidad», desde el mercurio que usó el emperador Qin Shi Huang hace veinticuatro siglos hasta las transfusiones humanas del papa Inocencio VIII.
En la década de los setenta del siglo pasado un grupo de científicos descubrió en Rapa Nui una molécula muy especial a la que bautizaron como rapamicina, en honor a la isla
Al principio se pensó que la rapamicina era tan sólo un potente antifúngico, pero más adelante se descubrió que también era un poderoso inmuno supresor y que, por tanto, se podía utilizar para evitar el rechazo en los trasplantes de organos.
Durante 20 años de investigación se observó que la rapamicina actuaba sobre una molécula, a la que se llamó «Target Of Rapamycin» –mTOR- que, junto con otras moléculas participa de forma coordinada en una compleja vía de señalización que regula la fabricación de proteínas y, por ende, en el control del envejecimiento.
El biólogo ruso Mijail V. Blagosklonny, del Instituto del Cáncer Roswell Park (Estados Unidos), se ha atrevido a formular los ingredientes de la receta de la longevidad. Una pizca de rapamicina, otra de metformina, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, aspirina e inhibidores de la fosfodiesterasa
Esta receta, a la que se ha bautizado como fórmula Koschéi, tiene su base científica. Todos los fármacos que forman parte de ella han demostrado en varios ensayos clínicos su eficacia en el tratamiento de la hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, cáncer, diabetes e hiperplasia benigna de próstata, la administración de este «coctel», debidamente supervisado por médicos, y junto a un estilo de vida saludable extendería la longevidad en los humanos.