Con «Plan retorno» cerramos abril.

Hemos llegado a finales de abril y el COVID19, al igual que en el resto del mundo, es el gran tema en Rapa Nui. Mantener la isla libre de contagios y traer de vuelta a los casi 600 residentes que no alcanzaron a volver luego del cierre de los vuelos regulares de LATAM, son las preocupaciones de la comunidad y del Municipio.

Al respecto, conversamos con Carlos Schlack Vargas (51), médico, cirujano, (UV) oriundo de Viña del Mar, quién luego de una vasta carrera como cirujano (Hospital Gustavo Fricke, Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, Hospital Naval), con más de 15 años de trabajo ininterrumpido en servicios de Urgencia, habiendo desarrollado trabajos administrativos y de gestión de servicios, en el área pública y privada, donde llegó a ser Director de una prestigiosa Clínica de Viña del Mar, aterrizó, junto a su familia, en Rapa Nui. Trabajó un año como subdirector médico del Hospital Hanga Roa y hoy es parte de un equipo médico del Municipio.

Actualmente entiendo eres parte de un programa de salud de la Municipalidad, ¿nos podrías contar más de esto?

Luego de salir del Hospital, gran parte de la comunidad me solicitó permanecer en la Isla. Por ello, y después de varias conversaciones sostenidas con el Alcalde Pedro Edmunds Paoa, surgió el programa “Casa de la Familia”, que es un gran proyecto, parte del Plan A.M.O.R. La idea ambiciosa del Tavana es lograr, en un período de 10 años, disminuir a su mínimo porcentaje la Diabetes Mellitus. Me parece una excelente y visionaria declaración de intenciones y de ello surge el Concepto Bio-Psico- Social que buscará, entre otras cosas, un control de las enfermedades metabólicas (cuya más frecuente expresión es la diabetes mellitus), la obesidad y el riesgo cardiovascular. Este será un trabajo multidisciplinario, que abarcará desde la autosostenibilidad de Rapa Nui hasta el rescate de la alimentación con productos propios de la Polinesia. Lo que se busca es que a través de esos mecanismos, y ayudado con la medicina tradicional, lograr un control de estas enfermedades, para dar una mejor calidad de vida a los habitantes de la isla.

Este programa, actualmente detenido por la contingencia, depende de la DIDECO y dentro de sus integrantes contamos con psicólogos, antropóloga, trabajadora social y médicos. Hoy, desde nuestra experticia todos estamos trabajando en la contención del COVID-19. Hemos desarrollado durante este período un sistema de orientación telefónica y atención domiciliaria, sobre todo en aquellas enfermedades que el hospital no está pudiendo atender por su dedicación al control de la Pandemia del COVID-19.

¿Cuál es tu evaluación de las medidas que se han tomado a nivel isla respecto del COVID19?

Es difícil esta pregunta, porque es, como dirían los periodistas, una noticia en desarrollo. Sin embargo, si yo tuviera que hacer una evaluación global, creo que los resultados demuestran que las medidas tomadas han sido las adecuadas. Por lejos, la mejor medida fue cerrar la isla para frenar la llegada del virus y, gracias a eso, se evitó exponer a Rapa Nui, y a su frágil sistema de salud, a una entrada masiva y sin control de Coronavirus con todas sus desastrosas consecuencias.

Hoy se habla, más que de un peak de la pandemia, de oleadas, al parecer esto sería así hasta que aparezca una vacuna ¿Puede mantenerse la isla libre de contagio?

Efectivamente, desde el punto de vista epidemiológico esta pandemia tendrá un primer peak y luego tendrá oleadas de casos que se mantendrán mientras no se encuentre una vacuna o un tratamiento antiviral efectivo. Yo creo que la Isla puede mantenerse libre de contagio, pero a un costo que sería imposible de mantener con una prohibición permanente del ingreso de turistas. Entonces el gran desafío será, una vez que la transmisión del virus se haya controlado en el mundo, permitir la vuelta de la actividad turística, pero con barreras sanitarias tan potentes que filtren la entrada del virus y, si llegase a entrar, tener una comunidad tan entrenada que logre aislar un eventual foco. Nos encontramos en conversaciones y muy atentos a lo que está pasando en el mundo y en la comunidad científica para aprender de otras experiencias y traer lo más seguro para este hermoso lugar.

¿Para qué estamos preparados?

No tengo todos los antecedentes para emitir una opinión. Pero si tenemos certezas, por ejemplo, que en la isla los recursos tecnológicos son limitados y también los recursos humanos y de especialistas lo son. Además, la evacuación de eventuales pacientes complicados tiene limitaciones logísticas evidentes, por los casi 4.000 km que nos separan del continente. Sin contar con que Santiago, en su peak, probablemente no tendrá capacidad de recibir pacientes de Isla de Pascua. Entonces, tenemos que poner todos nuestros esfuerzos en limitar la entrada del virus y, si llega, poder confinarlo a “cluster” familiares, como sucedió con el único brote que hemos tenido.

¿Cómo se ha comportado la población frente a las medidas de prevención?

Esta es una comunidad que a través de un liderazgo adecuado responde muy bien a los desafíos que se le imponen. Lo que me ha tocado ver en el último mes, es que a pesar de las decisiones tomadas en el nivel central, la comunidad de la Isla se tomó en serio esta amenaza y, salvo contadas excepciones, han tomado el aislamiento como una disciplina quizá nunca antes vista y ello ha permitido proteger a los más vulnerables: adultos mayores y portadores de enfermedades crónicas.

¿Hay un trabajo coordinado entre las diferentes instituciones? ¿Esto ha facilitado o dificultado la misión?

Creo que hay un nivel suficiente de coordinación entre las diferentes instituciones de la isla. Probablemente siempre puede ser mejor. Pero la existencia de COE, Comité Operativo de Emergencias, reúne a todas las instituciones públicas obligándolas a trabajar en coordinación. Siendo este tema tremendamente difícil, he observado una satisfactoria concordancia en las decisiones tomadas para la isla y sus habitantes.

Frente a la llegada de los llamados “retornados” el día viernes, ¿cuáles son las medidas que se han dispuesto para evitar posibles contagios? Se ha hablado de un protocolo, ¿cuál es ese protocolo?

Más que protocolo, es una estrategia comunal de Retorno Seguro que busca, de manera integrada con el resto de las instituciones de Rapa Nui, proteger la Isla del ingreso del Coronavirus. Esta estrategia por sobre todas las cosas respetará los protocolos vigentes de la SEREMI, del Hospital, de las Fuerzas Armadas y de Orden. La estrategia ha sido ampliamente discutida en el COE, donde todas las instituciones han tenido un espacio para construirla. También en esta estrategia ha habido aportes voluntarios, uno de ellos y de gran importancia lo hizo Ma’u Henua al adquirir una importante cantidad de test Rápido para detección de anticuerpos y Elementos de Protección Personal.

Decálogo de Ingreso: Retorno Seguro a Rapa Nui

Lo destacable es el trabajo multidisciplinario del equipo municipal, que ha trabajado más de tres semanas en la preparación de esta operatividad tras lograr un Retorno Seguro, un Buen Retorno. Esto va desde la conformación de la lista de pasajeros -en un principio sólo eran 113, hoy ya son 527, en dos aviones- hasta la sanitización del aeropuerto antes y después del arribo de esos aviones, la sanitización de las maletas, el arriendo de más de diez buses para llevar a los pasajeros directo desde Mataveri hasta los lugares en que realizarán su cuarentena y el cuidado de cada una de las personas que entrarán al aeropuerto, quienes ingresarán con buzos overoles, mascarillas, máscaras faciales, cubrezapatos, guantes de latex. Todo muy bien planificado para minimizar el riesgo de contraer coronavirus

Entiendo se aplicará un test de entrada a todos quienes retornen a Rapa Nui , ¿cómo será este proceso?

Es importante explicar bien este tema. El único método válido y autorizado para hacer diagnóstico de infección por el Coronavirus es el Examen PCR. Resultaría atractivo aplicarles a todos ese examen, pero es imposible, por varias razones. La única forma de hacer testeos masivos es con el test de Detección de anticuerpos. Este test busca la reacción del cuerpo ante la presencia del virus, es por eso que no es un método seguro para decir que la persona No tiene el Virus. Sin embargo, si el test nos muestra la presencia de Anticuerpos contra el virus en fase agudo, es altísimamente probable que esa persona esté desarrollando la enfermedad. Por ello, lo que buscamos con la realización del test es encontrar personas que estén cursando la enfermedad a través de la presencia de los anticuerpos de fase aguda o IgM. Como la aparición de estos anticuerpos puede demorar hasta una semana desde que la persona toma contacto con el virus, entonces el examen lo haremos el día 1(aeropuerto) el día 7 y el día 14. Si alguien da (+) positivo en el aeropuerto no podrá abordar el vuelo. Lo mismo sucederá si alguien no se quiere hacer el Test. Si durante el período de cuarentena detectamos un caso positivo para anticuerpos nos permitirá avisarle a la Autoridad Sanitaria y al Hospital. Esto será especialmente importante ante algún caso que se presente sin síntomas.

¿Deberemos, como isla y como planeta, aprender a vivir con el COVID 19 por un tiempo?, ¿por cuánto tiempo? ¿con qué cambios en nuestras rutinas, de tal forma de mantenernos sanos?

Sin lugar a dudas esta pandemia marcará un antes y un después. Todavía no logramos dimensionar todos los alcances que esto tendrá, pero ya estamos hablando el tema para desarrollar nuevas estrategias y así protegernos de esta pandemia y otras que vendrán.

¿Crees pertinente que el turismo vuelva a funcionar, que hayan vuelos regulares? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Los vuelos no pueden reanudarse mientras la pandemia no esté controlada en Chile Continental. La estrategia que hemos desarrollado busca que con el ingreso de los 500 integrantes de nuestra comunidad no entre el Virus; si lo logramos, entonces con mayor razón deberemos ser extremadamente cuidadosos con la entrada de personas que pudiesen ser portadores. En lo personal, no podría comprometer fechas porque la situación está muy dinámica.