El regreso del moai

Moai de basalto retorna después de un largo viaje de más de cien años.

Hablar del «Regreso del moai», parece el nombre de una película de ciencia ficción, sin embargo, es real y sucedió durante el mes de marzo del año 2022.

Corresponde a un moai de basalto, de 715 kilos, que partió de la isla el año 1870, a bordo de la Corbeta O’Higgins y que estuvo al resguardo del Museo Nacional de Historia Natural (Santiago de Chile) desde 1878, en donde se le dio el número de inventario 3208, pasando a ser parte de la colección del museo.

Hoy, después de 152 años, el moai regresa a su tierra original, desde donde nunca debió salir, y esto ocurre producto de un largo proceso que incluyó varios hitos, entre ellos, una carta enviada por la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua al Consejo de Monumentos Nacionales.

El año 2019, esta carta hace eco en algunas autoridades y la propia Ministra de Cultura, Consuelo Valdés, se compromete a regresar, uno de los tres moai que estaban en el Museo Nacional de Historia Natural. Finalmente, el moai vuelve a pisar tierra insular, el 7 de marzo del año 2022, luego de una semana de navegación a bordo de la Barcaza Rancagua de la Armada de Chile.

El 8 de marzo, luego de un pequeño y simbólico Umu Tahu, el moai fue acompañado, en procesion, desde el muelle de Hanga Piko hasta el Museo Antropológico Padre Sebastián Englert, en donde permanecerá a resguardo.

Pero ¿dónde debiera quedar ubicado el esperado moai? ¿tendría que volver al ahu para el cual fue fabricado?, ¿tendría que estar en el territorio del clan al cual debió pertenecer?, al respecto conversamos con el historiador Cristian Moreno Pakarati:

Idealmente, todos los moai repatriados debieran volver a su ahu que son los sitios donde pertenecen, y en su posición original: erguidos y orgullosos. Ahí es donde cumplían su función antiguamente. Sin embargo, en el caso del Ahu o Rongo es mucho más complicado porque es un sitio totalmente desmantelado. Tras la caída de sus moai originales a fines del siglo XVIII o inicios del XIX, la plataforma ceremonial fue saqueada y expoliada. En la década de 1870 este moai fue llevado a Chile y dos años después los franceses decapitaron al otro (el «grande») para llevarse su cabeza a París.

Posteriormente se utilizaron materiales para la construcción de edificaciones de estilo foráneo y en la década de 1930 la construcción del muelle de Hanga Roa en la que se removieron las grandes losas de basalto, cantos rodados y otras piedras talladas para servir de relleno. Lo mismo ocurrió con los otros dos ahu moai notables de la zona: Kopeka Ta’e ‘Ati y Mamara Nui a Ure a Oho Vehi.

En 1935 la Expedición Franco-Belga excavó otro moai del mismo lugar y lo llevó al Museo Real de Arte e Historia en Bruselas. El sitio continuó con su desmantelamiento por fuerzas coloniales que encontraron apropiado llevar trozos de moai y otras piedras para construir pedestales para estatuas a Arturo Prat y Bernardo O’Higgins, así como para otros moai no quebrados que fueron traídos desde lejos hacia Hanga Roa con el fin de decorar el pueblo.

Considerando esto, no queda mucho del Ahu o Rongo como para instalar el moai ahí en este momento. Restaurarlo sería imposible. Tal vez se podría inventar algo nuevo como se hizo con el Ahu Kopeka Ta’e ‘Ati y con el Ahu Riata en Hanga Piko, con el fin de poner en valor lo poco y nada que queda y emplazar el moai ahí. Pero es una discusión más larga. Sabiendo que el museo debiera trasladarse a Vaitea dentro de esta década, tal vez se pueda ir conversando eso de aquí a que eso pase.

Cristian Moreno Pakarati

La discusión respecto de dónde debiera quedar el moai, parece no ser algo que en este momento preocupe a la comunidad, finalmente, el moai está en Rapa Nui… en un Museo, pero en Rapa Nui. Ahora le tocará a la comunidad manifestarse respecto del destino final del moai ,que por ahora será custodiado por el Museo Antropológico Padre Sebastián Englert