Editorial Nº35 Edición Impresa
DITORIAL
No hablar por hablar
Por Leo Pakarati
En el mundo existen pocos lugares como nuestro Kainga, todos ellos famosos, por cierto, ya sea por sus bellezas naturales, la cultura de sus pueblos, su gastronomía o las comodidades de sus alojamientos.
Nosotros tenemos un poco de todo eso, algunas áreas mas desarrolladas que otras, sin duda perfectibles, pero en pañales, comenzando a surgir y posesionándose a duras penas en el concierto internacional.
Uno de los aspectos que evalúan los turistas al elegir un destino es la seguridad de este, a todo nivel, político, delictivo, sanitario.
En este ultimo punto lamentablemente estamos débiles, no tanto por las falencias internas que podamos tener como por la imprudencia de autoridades nacionales, que por ganar un poco de cámara anuncian brotes y proliferación del Dengue en nuestra isla.
Durante el final de Mayo y comienzo de Junio el Ministro de Salud apareció en cuanto medio de comunicación pudo, tanto nacionales como internacionales, hablando del recrudecimiento del Dengue en la Isla de Pascua. Claramente tenemos un problema con el control del Aedes Aegypti o Nao Nao Tore Tore, y se trabaja en mantener la población del mosquito a raya, pues es una ilusión pensar en una erradicación de este.
Las declaraciones alarmistas del ministro, lo único que provocan es desconfianza en la opinión publica y esto traerá una baja en la llegada de visitantes dañando de esta forma la principal industria de nuestro territorio.
No es la primera vez que autoridades nacionales salen al ruedo con declaraciones que afectan profundamente nuestra forma de vida, para que hablar de decisiones tomadas en un escritorio a miles de kilómetros de distancia, como el envío de aviones con fuerzas especiales a apalear y balear a los ciudadanos durante el año 2010.
Si verdaderamente están preocupados del bienestar físico de los habitantes de la isla, liberen recursos para controlar los mosquitos, financien un vertedero acorde a los tiempos o sea que no solo sea un deposito de basura sino que además genere energía y abono para nuestros suelos erosionados, por nombrar solo algunas iniciativas que pueden ayudar a la salud de la población.
Y, obvio, que las autoridades trasparenten su discurso, que sus declaraciones sean hechas con responsabilidad, no en busca del sensacionalismo gratuito, pues este solo nos trae malos ratos.
Eso si, a nosotros nos cabe la misión de controlar los Nao Nao, de forma muy sencilla, corte su pasto, no tenga agua en baldes o cualquier tipo de recipientes, retire los escombros de su patio, duerma con mosquitero y ante cualquier síntoma que le haga pensar en el Dengue, -dolor de huesos, fiebre, dolor de cabeza- vaya al hospital Hanga Roa.
De esta forma nos cuidamos nosotros, y a nuestros visitantes.
Aroha nui.