Editorial Nº36: OTI por Leo Pakarati, Director

OTI

La aparición de carteles camineros en toda la ruta que circunda la isla no pasa desapercibida para nadie, ni locales, ni visitantes, aparentemente, en este acto de “iluminación vial”, las opiniones emitidas por años de discusión entre los distintos actantes de la economía y cultura local en pro de buscar una señalética de bajo impacto visual y confeccionada con materiales de mayor nobleza que el latón, no han hecho eco en la autoridad nacional.

Es este otro ejemplo del descalabro administrativo que impera en la isla, consultando sobre este evento a personal de CONAF me aseguran que ellos no tuvieron mayor injerencia en esta decisión, la oficina de Patrimonio apenas pudo opinar sobre en cuales sitios podrían erigirse estas estructuras y el MOP solo ejecuta una orden recibida una vez mas del poder central, de la mismísima oficina de SERNATUR tal vez uno de los servicios públicos con menor peso en el panteón ministerial, pero con el suficiente para venir a intervenir nuestro paisaje.

La pertinencia debiera ser uno de los principales parámetros para la implementación de cualquier política publica implementada en nuestra ínsula, (y en todo el territorio nacional), renombrar sectores de la isla argumentando rutas turísticas y confort para nuestros visitantes no repara el daño visual, contaminación visual, que estos letreros producen en nuestro entorno, somos nosotros los que habitamos en la isla y cada mejora debiera ser pensada para aportar a nuestra calidad de vida, con certeza nadie se perderá en la isla… a menos que quiera hacerlo.

En poco tiempo mas CONAF debutara con una nueva señalética en la que se lleva trabajando un largo tiempo, que pasará entonces, se sobrepondrá a la antigua y a la de SERNATUR convirtiendo nuestra única carretera en un confuso mar de flechas y nombres bien y mal puestos de los sectores, tal vez logren confundir al visitante y termine estacionando en el motu nui.

Estamos de acuerdo en que se debe señalizar pero de forma armónica con nuestro entorno, algunos recordaran esos letreros tallados en madera y piedra, algunos de ellos aún sobreviven y siguen haciendo su trabajo, ¿será que, como duran, no son buenos “productos” para los que se benefician con la elaboración de los latones pintados?.

Quien se hará cargo de explicar como es que posible que si llevamos años hablando de consultas, estatutos de autonomía y de hacer las cosas bien, de cara a la comunidad, de un día a otro se instalen letreros u otras iniciativas sin que nadie sea consultado u informado previamente.

Hasta cuando nos imponen desde Santiago todo tipo de iniciativa, cuyo verdadero objetivo es marketear el supuesto interés de la autoridad central ante los ojos de la comunidad nacional e internacional, para verse comprometidos y eficientes cuando todos sabemos que aquellos problemas que nos corroen durante el ultimo siglo no han sido solucionados y que por el contrario se han hecho esfuerzos titánicos para que todo siga igual y tratar de vencer por cansancio a quienes alzan la voz ante tanta injusticia.

Ahora vale la pena preguntarse si este gobierno, que ya juega los descuentos, nos guardará otra sorpresa de final de periodo como que “no se pudo hacer mas que lo que se pudo hacer” o tal vez mostrar cifras gigantescas de inversión en proyectos y estudios hechos una y otra vez y que no conducen a ninguna mejora real para nuestra comunidad y que solo benefician el bolsillo de asesores, consultores y una tropa de abogados y políticos que deciden sobre nuestra casa como si fuera la de ellos.

Basta.

Aroha nui.