Editorial Nº40: Prohibido el paso

Desde hace muchos años, hemos asistido a las diferentes propuestas y sus respectivas promesas de arreglar los conflictos que la etnia sostiene con el Estado por la posesión y administración del territorio insular, durante los últimos años a estas demandas “tradicionales” se les ha sumado la demanda por una ley de migración o permanencia en el territorio o como se llame… siempre y cuando cumpla con el deseo del pueblo rapa nui, de ver un orden y regulación que hasta ahora no existe, mas que en los numerosos proyectos, que por años tratamos de negociar con el Estado de Chile,

En este escenario, el llamado Parlamento Rapa Nui toma la determinación de cerrar el acceso al Parque Nacional, como medida de presión o protesta ante la autoridad nacional, cuando por millonésima vez las propuestas de ley de migración presentada por las autoridades locales rebotaron en el ejecutivo.

Pero ¿conocemos todos los miembros de la etnia la famosa propuesta? Aparentemente no, y esto por que una vez mas, estas materias trascendentales para nosotros son discutidas a puerta cerrada y obvio, no cuentan con el respaldo mayoritario del pueblo rapa nui.

Por otra parte, la ley que se propone y que en estos últimos días se ha transparentado en las reuniones, que unos y otros actores de la contingencia han citado, poseen en su articulado puntos que son derechamente inconstitucionales y algunos matices xenófobos, que tampoco ayudan a que el ejecutivo nos tome en serio a la hora de aceptar nuestras demandas, que son ciertamente legitimas, pero muy mal planteadas y peleadas en el continente.

El movimiento iniciado por el Parlamento Rapa Nui ha logrado generar cierta sinergia en el nivel del debate y han aparecido nuevos actores de opinión en el ambiente local, algunos con nuevas miradas y otros condescendiente, como buscando validarse ante sus pares rapa nui, pares que muchas veces ni los saludaban para no tener que decir que los despreciaban.

Al cabo de unas semanas de control al acceso al Parque se lograron acuerdos con la gobernación, municipalidad, asociaciones de guías de turismo, cámara de turismo y por supuesto con el Parlamento Rapa Nui, quienes salen fortalecidos y sumando a muchos jóvenes a su causa.

No podemos hacernos los sordos y es propio decir aquí que muchas voces se levantaron para denunciar malos tratos, dichos racistas, malas prácticas en los controles y estos dichos no solo provenían de los continentales residentes si no que de muchos rapa nui que vieron su vida y familias alteradas por la falta de un criterio único en los controles que se establecieron.

Lo verdaderamente preocupante es que no se deben validar estos argumentos fascistas y xenófobos, la “CAUSA” Rapa Nui es completamente legitima y así lo entiende una gran mayoría de nuestros compatriotas en el continente, no se necesita de argumentos pobres y pequeños para defender las justas razones del reclamos del pueblo Maohi Rapa Nui, este tipo de dichos y acciones solo dan armas a nuestros detractores para dilatar las soluciones tan esperadas por todos.

Lo importante, ahora, es lo que viene. Como nuestra gente se organizará para, por fin, administrar nuestro patrimonio, como vincularemos esto al control migratorio y el como limpiamos del discurso el ataque gratuito a las personas, sin olvidar que el gran enemigo hasta acá ha sido el Estado y nosotros mismos.
Aroha Nui, iorana.

Por Leonardo Pakarati